(Notícia em Espanhol)
Evonik Industries colocó ayer la piedra fundamental de la planta de metilato de sodio que construirá dentro del complejo de Terminal 6 en Puerto General San Martín, una inversión de u$s30M.
El acto –realizado en una carpa montada dentro de las 2 hectáreas dónde se levantará la planta– fue presidido por uno de los directores del board de Evonik Industries, Dahai Yu, el titular de Evonik Argentina, Rolando Strafe, el general manager de T6, Gabriel Ríos, y el intendente de Puerto San Martín, Carlos De Grandis.
Al encuentro asistieron empresarios y directivos de cámaras referentes de la industria aceitera y del biodiesel, todos muy entusiasmados por el desembarco. Es que vieron a la primera planta de producción de metilato que se instala en el país, un catalizador clave para fabricar biocombustibles, como la punta de lanza para el desarrollo de un tejido industrial de proveedores de alta tecnología de insumos para la nueva industria de la soja. Es más, junto con el posible desarrollo de los estadios superiores al biodiesel (como es la industria oleoquímica), la instalación de este tipo de industrias, y más si viene de la mano de un jugador de peso como los alemanes de Evonik, está en la línea de convertir en líder sectorial al país.
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Evonik Industries colocó ayer la piedra fundamental de la planta de metilato de sodio que construirá dentro del complejo de Terminal 6 en Puerto General San Martín, una inversión de u$s30M.
El acto –realizado en una carpa montada dentro de las 2 hectáreas dónde se levantará la planta– fue presidido por uno de los directores del board de Evonik Industries, Dahai Yu, el titular de Evonik Argentina, Rolando Strafe, el general manager de T6, Gabriel Ríos, y el intendente de Puerto San Martín, Carlos De Grandis.
Al encuentro asistieron empresarios y directivos de cámaras referentes de la industria aceitera y del biodiesel, todos muy entusiasmados por el desembarco. Es que vieron a la primera planta de producción de metilato que se instala en el país, un catalizador clave para fabricar biocombustibles, como la punta de lanza para el desarrollo de un tejido industrial de proveedores de alta tecnología de insumos para la nueva industria de la soja. Es más, junto con el posible desarrollo de los estadios superiores al biodiesel (como es la industria oleoquímica), la instalación de este tipo de industrias, y más si viene de la mano de un jugador de peso como los alemanes de Evonik, está en la línea de convertir en líder sectorial al país.
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