Microalgas devoram CO2

(Notícia em Espanhol)
La central térmica Litoral del pueblo costero de las Carboneras, en Almería, funciona a «medio gas». Debido a la obligatoriedad impuesta por el Gobierno de consumir carbón nacional, sólo una de las dos calderas calienta el agua que –gracias al principio de que «la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma»–, generará electricidad. En un año de producción media, la friolera de «entre seis y siete mil GW», en palabras de José Ribelles, director de la planta, exclusivamente con carbón de importación.

Pero no es esto lo que hace especial a Carboneras. En el perímetro de la planta, Endesa ha ubicado la primera instalación de ensayos de microalgas capaces de alimentarse del CO2 generado por la combustión del carbón de la central; unos 1.000 m2 que, en una segunda fase (iniciada esta semana) se ampliarán en una cantidad similar, añadiendo no sólo más zonas de cultivo, sino también una biorrefinería de la que saldrán biodiésel, bioetanol, fertilizantes y otros productos derivados.

España, y Almería en particular, tienen un gran potencial para el cultivo de microalgas. Según estimaciones de Endesa se podría producir entre 130 y 300 kg de aceite de biodiésel por hectárea y día, aunque aquí, de momento, el cultivo en ensayo ocupa 13 m3, en una proporción de 80 por ciento de agua y 20 de biomasa (una pasta verdosa) y con una relación de «un gramo por litro, lo que daría lugar a 13 kg», explica Emilio Molina, del departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Almería.