(Notícia em Espanhol)
Un grupo de científicos propone producir gas metano a partir de las algas cultivadas en grandes granjas oceánicas, para alimentar vehículos adaptados. El plan forma parte de un proyecto de GBP 5 millones (EUR 6,1 millones), en el que participan el Reino Unido e Irlanda, y que tiene como objetivo demostrar la viabilidad de convertir las algas en la fuente de una nueva generación de biocombustibles.
El proyecto BioMara es un programa de colaboración entre investigadores escoceses e irlandeses, dirigido por la doctora Michele Stanley, de la Asociación Escocesa para las Ciencias Marinas (SAMS). La iniciativa es financiada por el programa Interreg IVA de la Unión Europea, Highlands and Islands Enterprise y el Estado. Intervienen seis institutos y universidades científicas de Escocia, Irlanda del Norte e Irlanda.
Los investigadores pretenden realizar pruebas de cultivo de algas en un área de 2,5 acres (1,01 hectáreas) de la costa marina de Lewis. Si tienen éxito, el proyecto se convertirá en una inmensa granja para el cultivo de algas que generará varios puestos de trabajo y una nueva fuente de combustible.
“La UE estipula que para 2010, el 5,75% de todo el combustible para el transporte debe provenir de biocombustibles para reducir las emisiones de carbono”, explicó Stanley. “Pero los combustibles que provienen de cultivos terrestres compiten por el terreno y el agua dulce con la producción de alimentos, la silvicultura y la conservación. En teoría, las algas son una alternativa ideal para obtener combustible dado que se desarrollan más rápido, requieren poco mantenimiento y proliferan en medioambientes que no se utilizan para la agricultura ni la forestación”, agregó.
Un grupo de científicos propone producir gas metano a partir de las algas cultivadas en grandes granjas oceánicas, para alimentar vehículos adaptados. El plan forma parte de un proyecto de GBP 5 millones (EUR 6,1 millones), en el que participan el Reino Unido e Irlanda, y que tiene como objetivo demostrar la viabilidad de convertir las algas en la fuente de una nueva generación de biocombustibles.
El proyecto BioMara es un programa de colaboración entre investigadores escoceses e irlandeses, dirigido por la doctora Michele Stanley, de la Asociación Escocesa para las Ciencias Marinas (SAMS). La iniciativa es financiada por el programa Interreg IVA de la Unión Europea, Highlands and Islands Enterprise y el Estado. Intervienen seis institutos y universidades científicas de Escocia, Irlanda del Norte e Irlanda.
Los investigadores pretenden realizar pruebas de cultivo de algas en un área de 2,5 acres (1,01 hectáreas) de la costa marina de Lewis. Si tienen éxito, el proyecto se convertirá en una inmensa granja para el cultivo de algas que generará varios puestos de trabajo y una nueva fuente de combustible.
“La UE estipula que para 2010, el 5,75% de todo el combustible para el transporte debe provenir de biocombustibles para reducir las emisiones de carbono”, explicó Stanley. “Pero los combustibles que provienen de cultivos terrestres compiten por el terreno y el agua dulce con la producción de alimentos, la silvicultura y la conservación. En teoría, las algas son una alternativa ideal para obtener combustible dado que se desarrollan más rápido, requieren poco mantenimiento y proliferan en medioambientes que no se utilizan para la agricultura ni la forestación”, agregó.